Kabuki

El Kabuki, es una forma popular de teatro japonés creada en 1568 por Okuni, una sacerdotisa que daba espectáculos de danza con su grupo femenino en Kioto. Este tipo primitivo de kabuki había vulgarizado elementos de las obras del teatro nō y, debido a su naturaleza erótica y a la prostitución asociada con él, en 1628 fue prohibida la aparición de mujeres sobre el escenario.
Los papeles femeninos fueron entonces encomendados a niños o jóvenes, pero finalmente también se les prohibió aparecer sobre el escenario por razones similares. En 1664, en Osaka, se desarrolló un tipo más refinado de kabuki, en el que actuaban hombres maduros. Esto derivó en la recreación de un retrato femenino altamente estilizado para la escena que es conocido como onnagata. Más allá de las convenciones, el kabuki siempre ha descansado sobre el arte del actor, apoyado en sus interpretaciones de gran exaltación. El estilo de interpretación va desde la frágil sensualidad en los papeles femeninos, hasta la llamativa exhibición de poder de los papeles masculinos, que exige grandes voces profundas. El momento de mayor intensidad emocional se expresa a través de una imagen congelada llamada mie.
Las grandes obras de kabuki fueron escritas en el siglo XVII por Chikamatsu Monzaemon. Algunas de sus obras más populares representaban el doble suicidio de los amantes. Pero los dramaturgos no eran apreciados por los actores de kabuki, que daban más importancia a los trabajos de interpretación y representación. Si una obra proporcionaba poco espacio para la demostración de su talento interpretativo, no tenían ningún problema en cambiar por completo las escenas. Finalmente, Chikamatsu se desesperó al ver sus obras desdibujadas y se dedicó a escribir teatro de marionetas bunraku.
El kabuki es un espectáculo suntuoso: los actores llevan un vestuario extravagante, un maquillaje estilizado y enormes pelucas. Las entradas importantes en escena son realizadas a través del hanamichi, una rampa elevada que parte desde el fondo del auditorio y llega hasta el escenario. Los efectos escénicos elaborados, como el cambio de escena por transformación, son frecuentes y para este fin se inventó en el siglo XVII el escenario giratorio.
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